Una de las cuestiones clave en el éxito empresarial es entender y afrontar de la manera más óptima posible los riesgos que asumen las empresas en las relaciones comerciales con otros, y en este caso, con los proveedores.
Su gestión tiene que ver con la identificación de riesgos así como la aplicación de los procesos que, por un lado, garanticen la seguridad en la relación con terceros y, por otro, resulten provechosos de cara a la cuenta de resultados de la organización.
Evaluación de Riesgos de Proveedores
La evaluación de riesgos de proveedores es un componente esencial en la gestión de riesgos de una empresa, centrada en identificar y mitigar posibles problemas en las relaciones con los proveedores. Esta evaluación implica un análisis integral de los proveedores, considerando aspectos como su estabilidad financiera, reputación, calidad de productos o servicios y capacidad de cumplimiento. La gestión efectiva de estos riesgos no solo requiere un monitoreo continuo, sino también el desarrollo de relaciones sólidas con los proveedores a través de una comunicación regular y claras negociaciones.
El uso de tecnología avanzada y el análisis de Big Data juegan un papel crucial en esta evaluación, proporcionando una visión amplia y detallada de los riesgos potenciales. Además, es fundamental desarrollar planes de contingencia para responder a situaciones inesperadas, como interrupciones en la cadena de suministro o cambios en la demanda del mercado. Estos planes ayudan a asegurar la continuidad y eficiencia de la cadena de suministro, contribuyendo significativamente al éxito y la resiliencia del negocio.
El papel de la función de compras en la gestión de riesgos
En este momento es cuando entra en juego el departamento de compras de la empresa.
Su capacidad para controlar la relación con proveedores y su privilegiada posición que le dota de visibilidad global sobre el ciclo de gasto de toda la organización, le convierten en unidad estratégica capaz de centralizar la gestión y evitar el riesgo del proveedor con éxito.
Compras aporta valor a la compañía obteniendo el mejor precio, asegurando los suministros y garantizando la calidad en el servicio pero… ¿Por qué no ir más allá? Hay otros aspectos muy interesantes relacionados con la gestión de riesgos de proveedores tanto estratégicos, como financieros, operacionales, de cumplimiento de normativa o relacionados con la reputación. En este sentido, sugerimos:
- Disponer de información adecuada y actualizada sobre proveedores
- Identificar riesgos así como el grado de impacto en la empresa, incluso por áreas dentro de la organización.
- Estandarizar procesos
- Incorporar medidas apropiadas para reducir o eliminar el riesgo.
En definitiva, en todo este proceso, una correcta identificación y gestión de riesgos potenciales, la definición de KPIs cuantitativos y cualitativos y la disponibilidad de herramientas y sistemas informáticos que permitan un correcto análisis del Big Data son aspectos a considerar. Que los departamentos de compras utilicen nuevos modelos de medición enfocados a la evaluación y desarrollo de competencias en proveedores y que estos proveedores se conviertan en partners, contribuirá a incrementar la cadena de valor de la compañía. Sin olvidar que la tecnología es fundamental para mantener actualizada la información directamente desde las fuentes de suministro de datos (BBDD del proveedor, ERPs, gestores de calidad). Una información que, además, será accesible en todo momento por el departamento de compras para la toma de decisiones en dos pasos detallados:
El Primer Paso: Definir el Mapa de Riesgos
Para mejorar la competitividad, diferenciación y eficiencia, es esencial una gestión de proveedores que considere los riesgos a los que se enfrenta la organización. Identificar estos riesgos es el primer paso crucial en la gestión de proveedores y puede clasificarse en tres categorías principales:
- Factores Externos Aislados o Esporádicos: Estos riesgos, como los desastres naturales, son impredecibles y pueden tener un impacto significativo pero puntual en la cadena de suministro.
- Factores Externos Interconectados o Monitorizables: Cambios políticos, fluctuaciones económicas y tendencias de mercado entran en esta categoría. Aunque estos riesgos son complejos y están interconectados, es posible monitorizarlos y prepararse para su impacto.
- Factores Internos: Riesgos como las huelgas o fallos en los sistemas internos pueden interrumpir las operaciones. Estos riesgos requieren una atención particular para mantener la continuidad del negocio.
El Segundo Paso: Buscar Soluciones
Tras identificar los riesgos, el siguiente paso es implementar un sistema que aborde estos desafíos de manera integral. Este sistema debe:
- Evitar soluciones parciales o aisladas, asegurando que las estrategias de gestión de riesgos sean comprensivas y abarquen toda la cadena de suministro.
- Ser tecnológicamente innovador, aprovechando las herramientas digitales y analíticas para prever y mitigar riesgos.
- Cubrir todo el ciclo del gasto, desde la adquisición inicial hasta el pago final, integrando cada fase del proceso para una mayor visibilidad y control.
- Apoyarse en el conocimiento acumulado dentro de la organización, utilizando la experiencia interna para desarrollar estrategias efectivas de gestión de riesgos.
Implementar un sistema que combine estas características no solo mejora la gestión de proveedores, sino que también fortalece la posición de la empresa frente a los desafíos y cambios del mercado.
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